miércoles, 10 de diciembre de 2014

El Defensor del Diablo (Cuento Corto)

Charla entre un asesino y su abogado defensor:

ABOGADO (AB): -Fuiste vos! Lo sabemos! Si no nos ayudas, no podemos ayudarte!
ASESINO (AS): -Ya le dije que yo no fui, que no tuve nada que ver; no sé lo que paso.
AB: No jodas. ya me cansaste; si no me decis a mi la verdad dejo el caso a un abogado de Oficio y que Dios te ayude... Empeza a hablar la puta que te parió! Es obvio que fuiste vos pelotudo, pero tenemos que armarte una coartada. Sabes lo que es una coartada bobo? Dejate de boludeces y contanos.
AS: Les digo que yo no tuve nada que ver, sólo la vi por la mañana, se iba a clases y después me fui a desayunar...
AB: Que hijo de puta que sos gordo bufarrón, no ves que te contradecis sólo, en el Oral te comen vivo. Dijiste que ya habías desayunado con tu jermu, ahora, que te fuiste a desayunar, antes me habías dicho que después la fuiste a buscar. Ponenete de acuerdo maraca estaba tu señora ahi o no?
AS: No! Ella no tiene nada que ver y deja de putearme la puta que te pario que a vos te paga...
AB: No me vengas con boludeces y contame porque sino me voy y no me ves más, dónde fue? La cogiste? Estabas tan caliente gordo hijo de puta? Dónde dejaste el cuerpo?
AS: Basta! Esta bien fui yo! (Lágrimas en sus ojos) Cuando salió por la mañana me insultó... no era la primera vez; mi señora no estaba y quedé re caliente, siempre le tuve ganas. La esperé, conocía sus horarios. Cuando volvió, le abrí la puerta del hall, ella entró como si nada, me ignoró, cerré y sin darle tiempo a entrar le metí un trompón en la jeta.
AB: Cayó al piso?
AS: No. La atrapé y la meti en el ascensor. La subí a casa estaba atontada, casi desmayada.
AB: En tu casa estabas pintando, por eso no hay marcas, ni huellas...
AS: Se me fue la mano. Me hizo calentar tanto que perdí la cabeza. Estaba ciego; quise sacarle la ropa y ella reaccionó, así que seguí golpeandola... cuando quise darme cuenta ya era tarde. Me dí cuenta que la había matado.
AB: Y qué hiciste después?
AS: La até y la envolví con los naylons que había en el piso para no mancharlos con pintura. Esperé un rato hasta que me tranquilicé, la metí en una bolsa y me la lleve hasta un contenedor.
AB: Cual?
AS: Uno que esta en la esquina de...
AB: Tuviste suerte gordo, no te agarró ninguna cámara! Te ayudó alguien a sacarla?
AS: No.
AB: Y después?
AS: Volví. Limpié la casa y el hall y me fui a buscar a mi esposa.
AB: Bien. Ahora que sabemos la verdad vamos a ver cómo te ayudamos. No va a ser fácil, pero hay muchos errores en el Proceso, por ahí zafas. Por ahora seguí con la versión de siempre. Tenemos que ponernos a trabajas sobre qué decir de las marcas en tu cuerpo gordo boludo, mirá que ir a pedirle consejos a un milico...
AS: Ayudeme Doctor. Mi señora no tuvo nada que ver.


Esta conversación - con algunos detalles "alterados" realmente existió?

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